¿Fumar ayuda a perder peso?

No es un gran secreto que fumar es ampliamente conocido por sus terribles riesgos para la salud, incluyendo cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas, bronquitis crónica y muchas otras enfermedades y dolencias.

Dado que se ingieren siete mil químicos con cada bocanada, algunos con nombres notablemente siniestros como formaldehído, arsénico y benceno, no debería sorprender que fumar cause estragos en el cuerpo humano, con el tiempo suficiente.

A pesar de los peligros de fumar cigarrillos, con el tiempo ha evolucionado una narrativa común de que fumar puede ayudar a perder peso de alguna manera. A menudo se observa que los fumadores son más delgados que los no fumadores, lo que lleva a muchos a preguntarse si existe un vínculo directo entre fumar y el control de peso.

Entonces, ¿fumar ayuda a perder peso, o existen otras razones para la aparente disparidad de peso entre fumadores y no fumadores? A través de este artículo, analizaremos cómo fumar afecta el apetito, por qué el aumento de peso a menudo sigue a dejar de fumar y los riesgos de usar el tabaquismo como método de control de peso.

Para abordar la pregunta “¿Fumar ayuda a perder peso?”, en realidad necesitamos observar la nicotina en lugar de la práctica real de fumar, ya que la nicotina es el ingrediente principal que afecta el peso en este contexto.

Cómo afecta la nicotina al apetito

La nicotina, como probablemente sabrá, es la sustancia adictiva que se encuentra en los cigarrillos y es un factor importante en cómo fumar impacta el apetito. En resumen, cuando la nicotina ingresa al cuerpo, estimula la liberación de ciertos neurotransmisores, incluyendo la dopamina y la serotonina.

Estos químicos influyen en el sistema de recompensa y el estado de ánimo del cerebro, a menudo resultando en una satisfacción temporal y una reducción del hambre. Dado que el comer en exceso a menudo es un síntoma directo del bajo estado de ánimo (o incluso un trastorno del estado de ánimo), la nicotina actúa casi como un sustituto de los refrigerios.

Bastante simple, en realidad. En lugar de llenarse de calorías para obtener esas encantadoras dosis de dopamina, los fumadores dependen de la nicotina. Sin embargo, se complica un poco más, ya que la nicotina también puede aumentar el metabolismo al hacer que el cuerpo libere adrenalina, lo que eleva el gasto energético.

Es esta combinación de reducción del apetito y aumento del metabolismo lo que contribuye a la creencia de que fumar (o, más precisamente, la nicotina) ayuda con el control de peso.

Consecuencias

Sin embargo, los efectos supresores del apetito de la nicotina no están exentos de inconvenientes. Los beneficios de una pequeña pérdida de peso vienen con riesgos para la salud a largo plazo, incluyendo enfermedades cardíacas, cáncer y problemas respiratorios, como resultado directo de fumar.

El cuerpo también puede desarrollar tolerancia a la nicotina, disminuyendo sus efectos supresores del apetito con el tiempo y potencialmente llevando a un aumento del tabaquismo para lograr el mismo efecto.

Si perder algunos kilos suena atractivo, debemos reiterar una advertencia importante: si bien la nicotina puede reducir el apetito, fumar en sí mismo no promueve un control de peso saludable. En cambio, reemplaza el deseo de comer con una adicción que conlleva consecuencias para la salud mucho más graves que tener un poco de sobrepeso.

En resumen, si bien la nicotina puede ayudar a perder peso, es mejor tener un ligero sobrepeso que fumar cigarrillos. Lo primero puede no ser ideal, pero lo segundo probablemente lo lleve a una muerte prematura.

¿Por qué se gana peso después de dejar de fumar?

El aumento de peso después de dejar de fumar es común debido a varios factores. La nicotina suprime el apetito y aumenta el metabolismo, por lo que cuando deja de fumar, su apetito puede aumentar mientras que su metabolismo se ralentiza. Una vez más, es bastante simple.

Como habrá adivinado, también hay un aspecto fisiológico involucrado. El hecho es que muchas personas usan la comida para hacer frente a los antojos de nicotina y los síntomas de abstinencia. Esto lleva a un mayor consumo de calorías y, en consecuencia, al aumento de peso.

La ausencia de dopamina inducida por la nicotina también puede hacer que busque consuelo en la comida, especialmente en alimentos chatarra azucarados y altos en calorías. Entonces, ¿por qué se gana peso después de dejar de fumar? A través de la combinación de aumento del apetito, metabolismo más lento y cambios en los hábitos alimenticios. Nuevamente, es bastante sencillo.

Sin embargo, como se señaló anteriormente, usar esto como motivación para seguir fumando (o peor aún, comenzar a fumar) no sería la decisión más brillante que jamás haya tomado. Analicemos más a fondo por qué es así.